Como viví el confinamiento. Marzo – Mayo 2020.

 

 

9 ABRIL 2020

COMIENZO.

Es Jueves Santo y por fin comienzo a escribir este Post que tenía pensado redactar cuando estalló todo esto, ya que se me generaban muchos pensamientos, sensaciones, emociones, como a todos seguramente y necesitaba ponerles orden.

Hoy llevamos 27 días de cuarentena, en un principio quedan 18 días hasta el 26 de abril. En esta reflexión escrita quisiera entender, analizar, deducir las fases por las que he pasado que supongo serán las mismas o parecidas por las que habéis pasado vosotros.

Asimilar y a los que nos ha tocado la lotería pues parece que la vida nos ha dado una segunda oportunidad, avanzar, aprender y aprovechar esta posibilidad.

 

La verdad es difícil vivir en un estado continuo de agradecimiento,

los dramas mas grandes se olvidan en la urgencia del presente.

Aunque esto no ha acabado espero que me permitáis el que le dé un toque de pasado, esta forma de narrarlo me ayuda a superarlo, casi como si ya hubiese pasado lo peor y me hace creer que desde ahora todo mejorará

El primer paciente en España con Coronavirus se conoció el pasado 31 de enero. Desde entonces, el número de contagios del coronavirus Covid-19 aumentó progresivamente.  El crecimiento fue paulatino, pero fue a partir del 8 de marzo cuando ese crecimiento de casos de coronavirus Covid-19 se descontroló bruscamente, sobre todo en la Comunidad de Madrid.

 

CIFRAS:

Actualmente hay aproximadamente 152.446 casos confirmados en España.

751.542 casos confirmados en Europa

1.536.979 casos confirmados en el mundo

93.425 muertos en el mundo 😦

Solo en Madrid hay 43.877 y 5800 fallecidos

Teniendo en cuenta que en Madrid hay 6.507.184 de habitantes estas cifras vienen a decir que por 148 habitantes hay un infectado y por 1121 un muerto…(si mis cuentas son correctas…)

 

En Madrid capital hay casi 22.000 casos teniendo en cuenta que en esta área hay 149.718 habitantes quiere decir que hay por cada 6 personas una infectada. (de nuevo, si mis cuentas son correctas…)

 

EN MI TRABAJO:

En mi trabajo ya se respiraba una mezcla de temor algunos, incredulidad la mayoría.

Siempre me he considerado precavida incluso aprensiva y he luchado siempre contra mis miedos y angustias, como si el miedo fuese el enemigo y tengo que decir que el miedo ha resultado ser un gran aliado. El miedo nos puede salvar la vida. He aprendido a escuchar y valorar mis miedos.

Me tocó trabajar en una empresa con personas de muchas nacionalidades y al lado del equipo italiano y sinceramente tuve miedo. Mis nuevos compañeros se reían y me decían que no me preocupara, pero yo notaba algo en el ambiente que me inquietaba. Al tercer día llegaron unos sanitarios porque alguien se encontraba mal en el trabajo, pasó casi desapercibido pero yo intenté enterarme y ver que estaba pasando.

 

Solo me dijeron que un chico se había mareado porque estaba tomando una medicación para una alergia pero que no era nada y que no tenía que ver con el virus. Yo seguía teniendo miedo. Los jefes nos tranquilizaron diciéndonos que no pasaba nada que todo estaba bien. En estas fechas no se sabía mucho del tema y aún no había tanta información como ahora. Yo intentaba irme a comer al parque, en las pausas no nos dejaban salir. Eramos mucha gente en un mismo espacio.

 

Pasaron los días y empezaron a mandar a gente a casa como medida de seguridad porque una compañera italiana había recibido visita de Italia y había hecho una fiesta y había invitado a gente de la empresa. A los que asistieron a esta fiesta los mandaron a casa inmediatamente.

Os podéis imaginar el miedo con el que lo viví por haber trabajado en un lugar así.

Los primeros días fueron de gran estrés, no sabíamos quien lo tenía  y yo temía  contagiárselo a mi abuela que tuvimos que sacar rápidamente del centro de mayores. Las Urgencias empezaban a estar saturadas, no había material sanitario, escasez de respiradores y se oían cosas tan estremecedoras como que se escogía quien viviría y quien no dependiendo de su edad. Mi abuela no podía caer enferma.

El 10 de marzo me sobrecogió salir de trabajar y encontrarme todo vacío en el supermercado, sin frutas, vegetales y sin papel higiénico, lo primero que pensé fue en todos los países pobres del mundo y me dije que tal vez ahora nos iba a tocar a nosotros, lo vi algo así como un ajuste de cuentas del destino. Esto si algo nos ayudará será en ponernos en el lugar de los que no tienen para comer a diario…pensé…

 

10 de marzo. Supermercado al lado de mi casa:

 

 

Siempre me he preguntado porque el ser humano tiene que pasarlo mal para entender al otro y hacerse mas empático, mas humano…

Es como si esta nueva situación nos estuviera igualando a todos.

De repente esa seguridad y certeza con la que entrabamos a los supermercados había desaparecido, era como si todo se tambalease. Lo cotidiano se convertía en un lujo, un privilegio, un regalo…casi algo lejano…

Al día siguiente madrugué para buscar naranjas y las encontré. Un alivio.

 

13 de marzo

El 13 de marzo salí en mi cruzada de alcohol (pude comprar 2 botellitas) , jabón de manos antiséptico, pues ya era imposible encontrar gel de manos higienizante.

Ese mismo día compartí un post en Instagram porque solo me encontré amabilidad . El portero me dio guantes del botiquín (sí, ya era imposible encontrar guantes), la chica que nos ayudaba con mi abuela nos trajo unas cuantas mascarillas que re-usamos durante 15-20 días  hasta que pudimos comprarlas por Internet (que tras una odisea digital y después de casi 1 mes llegaron.)

Una farmacéutica al explicarle la situación en casa, me vendió el último jabón antiséptico que aún tenemos para mi abuela etc…

Se respiraba una gran solidaridad que contrastaba con la falta de ella aquel día en el supermercado cuando unos cuantos habían dejado el supermercado vacío…

Hacía tiempo que había escuchado repetidas veces que comíamos  y consumíamos demasiado. ¿Era el momento de comer menos y por supuesto mejor y sobre todo volvernos minimalistas en cuanto a nuestro consumo? ¿Nos hace falta tanta ropa, tantas cremas, tanta parafernalia?

Compré gel de baño y lejía que en ese momento me parecía lo mas importante, lo suficiente para al menos unas semanas y una crema barata pero lo suficientemente buena para mi  para cara y cuerpo y poco mas. Y realmente no me ha hecho falta mucho mas en todo este tiempo.

Una amiga me había pasado hacía unos meses sus claves de Netflix y yo le había dicho que no tenía tiempo de ver series. Pues al principio de esta pesadilla, era casi con lo único que me evadía. Por la noche después de ducharme y quitarme por fin los guantes y mascarilla, me evadía con la vida de Luis Miguel (lo recomiendo), con un documental sobre una comunidad ultraortodoxa judía llamada jasidíes (Unorthodox) etc, era lo único que me ayudaba porque no era capaz ni de escribir ni de leer. Ver una serie, película o documental era lo único que podía hacer en ese momento.

 

 

14 de marzo. Estado de alarma Nacional.

En respuesta al número creciente de casos de COVID-19 durante la pandemia de 2020, el Gobierno español, en su sesión extraordinaria del sábado 14 de marzo de 2020, declaró el estado de alarma, lo que conllevó como principal medida la imposición de una cuarentena nacional. El 14 de marzo comenzó oficialmente

A partir de ahí comenzó una rutina de desinfección de puertas, interruptores de luces, mesas, en resumen lo mas “tocado” durante el día. Me tuve que acostumbrar a ser muy consciente de lo que tocaba y a lavarme las manos, llevar guantes y lavarlos con jabón, agua y lejía porque no nos quedaban más y no encontrábamos donde comprarlos y al llevar continuamente mascarilla delante de mi abuela. Un descuido podía ser fatal en esas circunstancias teniendo en cuanta la cantidad creciente de asintomáticos altamente contagiables.

 

Responsabilidad, miedo que por un descuido se podía perder a un ser querido. Y curiosamente me ayudó a estar totalmente presente en el presente (valga la redundancia) cosa que para mí siempre ha resultado muy difícil por ser una persona mas bien ·disociada·, es decir «tête en l’air» (distraida).

Desde mi casa oía y sigo oyendo sirenas de ambulancias, de la policía…a veces intentaba evadirme pero era y es imposible, veías las noticias y te volvías a  estremecer, personas que mueren continuamente y lo mas trágico, no se pueden despedir de sus seres queridos, cruel e inhumano.

Todas las mañanas madrugaba para desinfectar todo lo que se pudo haber tocado el día anterior, leí que se propogaba con suma facilidad, sobre todo a través de las manos, se oían cosas como que iba a haber un pico, una saturación, no había medios.

Si mi abuela tosía me preocupaba, si le dolía la cabeza o la garganta me inquietaba. Le tomaba la temperatura varias veces al día, y respiraba aliviaba cuando tenía 35º, 36º  y así cada día.

Cada día me lo tomaba como un regalo, como una esperanza y por nada en el mundo quiero olvidar esa sensación porque es lo mas cercano a la verdad última de las cosas, de la vida.

 

 

Siempre he visto la vida como un gran engaño salpicada de verdad, en momentos críticos, como instantes de vida o muerte porque, esas situaciones te ponen de frente a la vida, a su valor, a la suerte que tenemos cada día, de lo que hubiésemos podido hacer y no hemos hecho, en fin, de lo mas cercano a la verdad última de las cosas y de lo que importa de verdad.

 

Y así lo vivía, cada día que pasábamos  y estábamos bien me emocionaba de agradecimiento y no quiero perder ese agradecidimiento profundo vital, pero es difícil vivir en ese estado profundo y  en cambio tan real de agradecimiento. He sufrido grandes y muy dolorosos duelos en mi vida y un duelo mas hubiese sido en estos momentos, simplemente insoportable para mí.

Un día bajé a comprar y habían puesto señales de separación entre cliente y cliente, había que estar a una distancia de seguridad de 1 metro, desde luego ya nada era como antes.

Comíamos cada una en una esquina del salón. Yo aparté mis platos y les puse una etiqueta para no contagiar a nadie.

Me ayudó un pensamiento desde luego nada positivo, me imaginé que tenía el virus para así tomar aún mas medidas de protección para evitar de contagiar a los que me rodeaban, simplemente por no saber si sí o no lo tenía.

Yo misma me despertaba de noche con el corazón palpitando pensando que me había subido la temperatura  y respirando aliviada al comprobar que mi temperatura era normal. No tanto pensando en mí pero en los que me rodeaban…y por la mañana si no había tenido pesadillas, algo que se convirtió en recurrente, y había dormido bien, durante unos segundos al despertarme pensaba que era un día normal y de repente caía en la cuenta que seguíamos en estado de alarma y otra vez me tenía que asegurar de desinfectar todo antes de que se levantase el resto…

Así durante días, semanas.

Estamos en la 5ª semana de cuarentena y aunque nos tomamos muy en serio esto sobre todo por mi abuela, estamos mas tranquilas, seguimos con guantes, desinfectantes, evitamos salir a comprar, compramos todo en la medida de lo posible online, y yo llevo semanas solo saliendo a bajar la basura.

Esta claro que si hay tantísimo infectados es porque este virus se contagia con suma facilidad y se multiplica a velocidad de la luz.

Que importante es ahora el orden, la limpieza, y la consciencia del momento presente. Consciente de cada gesto, lo que se podría llamar una meditación activa pero con cero sensación de relajación, claro.

Ahora me parece un lujo poder escribir sobre esto, y siento que he vuelto a nacer todo me parece un regalo y un lujo siento tanto agradecimiento de que estemos bien, por ahora.

Siento que nos ha tocado la lotería. Pero no bajamos la guardia, seguimos con las medidas de seguridad e higiene pero con menos miedo, digamos, ahora con respeto.

Recuerdo esa gente que me miraban como una lunática en el trabajo y me decían que era solo una gripe, que era una exageración. Y los que presumían diciendo que seguían saliendo de fiesta, incluso los que decían que solo atacaba a los mas débiles. La línea entre osadía e ignorancia es tenue.

Por eso ahora escucho y respeto mis miedos…

En esos días recordaba a una compañera que desinfectaba con un spray cuando se sentaba en un sitio nuevo y recordé también un vídeo de Naomi Campbell donde se la veía desinfectando todo lo que tocaba en un vuelo de avión, esos gestos a los que yo juzgaba como maniáticos (antes de estallar todo esto) hayan seguramente salvado algunas vidas.

Desde ahora respetaré más a los exagerados y maniáticos… 😉

Los gestos pequeños si cuentan, vaya que sí…

Siempre he tenido un gran desinterés casi rechazo hacia las noticias que consumía superficialmente para estar mínimamente informada, porque todo me parecía negativo. Ahora no es así.

Quiero saber y estar informada y aunque no sean noticias positivas las quiero saber.

El saber o no saber, también puede salvar una vida.

Aquellos que antes supieron la importancia del lavado de manos antes que el resto, seguramente se habrán protegido mas que los demás. Por eso quiero escuchar las noticias todos los días, quiero saber. Esas son algunas de las cosas que han cambiado en mí.

Muchos se extrañan cuando les digo que soy tímida e introvertida y siempre digo que soy una falsa extrovertida porque me he forzado mucho en ser así pero descubrí que esta introversión me ha venido muy bien en esta cuarentena.

Puedo estar mucho tiempo sola y en casa y no aburrirme, son buenos días para los que nos gusta escribir, leer, pensar, crear, inventar incluso soñar, buenos tiempos para la imaginación…aunque al principio no podía ni escribir ni leer, solo limpiar, desinfectar y pensar como protegernos, que comer, como cuidar nuestro sistema inmunológico.

 

 

Siempre lo supe, lógicamente, pero nos necesitamos tanto unos a otros, somos totalmente interdependientes.

No solo son tiempos de agradecimiento y solidaridad sino de valoración.

Se valora a los médicos, a los sanitarios aún más, mucho más y otros trabajos considerados menos heroicos como cajeros, camioneros, agricultores, que ahora se han convertido también en héroes ya que gracias a ellos, nosotros nos podemos quedar en casa.

 

 

Por eso no me quejo del confinamiento y no saldré hasta que esto termine.

Buscar lo positivo a esto o decir que esto nos ha venido muy bien,  me parece injusto e insolidario incluso ofensivo para los que han perdido a sus seres queridos y no voy a entrar en eso, pero si pienso que para la naturaleza y el medio ambiente esto ha sido un respiro…

 

 

 

Cuando por la noche me puedo sacar la mascarilla, puedo abrir las ventanas porque soy la última en acostarme, solo observo los arboles que tengo enfrente y oigo los pájaros cantar. Es como si nos dijeran, “así es como tiene que ser, seguir así calladitos”.

Es como si la naturaleza nos hubiese puesto en nuestro sitio y nos hubiera colocado un espejo en frente. «Esto es lo que hacéis, nos y os hacéis. Vuestra ausencia genera vida.»

 

Lo único bueno, pensaba, era ver como los animales reclamaban su lugar bajando a las calles, a los pueblos, sin miedo.

Y sueño con que esto haga cambiar y sensibilizar a los mas reticentes, sensibilizarnos y unirnos con la naturaleza y el medio ambiente y terminar con el maltrato animal, ya no solo por humanidad, empatía, sino por necesidad.

 

Quisiera pensar que esto es un aviso, pero algo en mí dice que es un toque de queda, es mas que un aviso , esto es un ultimatum.

 

Como no haya un cambio radical en la humanidad, creo que va a ir a peor. Siento que ni siquiera es un aviso, es lo que hay ahora.

 

Muchos somos los que queremos cambiar esta vida de prisas, agresiva, de correr a ningún lugar, de químicos, y somos muchos los que anhelamos contacto con la naturaleza y vivir de verdad integrados, respetando y valorando la naturaleza y volver a su ritmo, tendremos que tomar decisiones para ser coherentes.

Quisiera equivocarme pero muchos son también los que no van a cambiar y pagaremos justos por pecadores o tal vez ¿nosotros también pequemos? ¿Llega con no comer carne, con reciclar, con no ser exageradamente consumista, con intentar de ser conscientes? Tal vez no llegue, y la naturaleza nos esté pidiendo algo más.

Eso es lo que siento, nos está pidiendo algo más.

No sé si es la naturaleza que se revela, si es así, muchísimo daño hemos tenido que hacer para que la naturaleza, en esencia benévola, llena de vida y sanadora, se revele así contra nosotros, como en su día sucedió con la extinción masiva de los dinosaurios…

¿Seremos ya unos dinosaurios?

Creo que el cambio que nos pide es tan inmenso que no seremos capaces de estar a la altura…¿o sí? Nos pide ni un abuso, ni un maltrato ni un sufrimiento mas. Parece que ha dicho BASTA…

 

Tal vez sea ingenuo y simplista de mi parte querer encontrar este tipo de explicaciones y puede que esto sea lo que es, una pandemia sin más y hemos reaccionado lo mejor que hemos podido.

 

Ahora surgen todo tipo de teorías como la que dice que este virus nació en un laboratorio donde, si esto fuese cierto, la naturaleza no tiene mucho que ver…todo puede ser,  no lo sé.

 

24 Mayo. Ultimo día fase 0. Mañana sera primer día fase 1.

 

No he vuelto a escribir hasta hoy. Y de nuevo hay mucho que decir, deducir, reflexionar y…cambiar…

Un gran aliado para mí y creo que para mucha gente más ha sido la Radio.  Al principio su uso fue un tanto excesivo. Mi obsesión por entender lo que estaba pasando me hacia tenerla encendida casi 8 horas al día. Ya no es así.

A muchos este confinamiento les ha servido para deducir que no quieren llevar esta vida a contra-reloj, de prisas hacia ningún lugar y que simplemente quieren tener tiempo de vivir…

 

 

Las grandes víctimas.

Las grandes víctimas han sido los ancianos en centros de mayores. Una sociedad humana debe ayudar a las familias a que tengan a sus mayores en casa, ahí es donde quieren estar la mayoría, supongo.

 

    • En Madrid hay 1.159.022‬  ancianos (mayores de 65 años) y en España hay 9.055.580 (19,3% del total de la población).

 

  • Casi 19.000 ancianos que vivían en geriátricos en España, han muerto por coronavirus o con síntomas compatibles.

 

  • En Madrid ha habido 5.929 fallecidos por coronavirus o síntomas compatibles (en residencias.)

 

 

Ha muerto, entonces, un anciano por cada 195 ancianos en Madrid  y 1 por cada 476 en España (de nuevo, sí mis cálculos son correctos).

Mañana empieza la 1ª fase en Madrid:

 

Unos gráficos para hacernos una idea:

Esta es la evolución en el mundo, último dato del 23 de mayo 2020.

 

 

 

 

Este con cifras del 15 de marzo:

 

Casos en Madrid a fecha 22 mayo 2020:

 

 

 

 

FASE 1: ¿QUÉ SE PUEDE HACER?

 

¿Qué ha pasado desde entonces? manifestaciones multitudinarias (principalmente propiciadas por Vox), cazaroladas que se alejan del silencio de la cuarentena, guerras y enfrentamientos políticos…

Los primeros días cuando se pudo salir a pasear, se notaba el aire mas puro en Madrid pero ya ha desaparecido esa sensación, como la de paz desértica en las calles…

¿Hemos salido fortalecidos, hemos aprendido algo, hemos salido mejores?

No lo sé.

 

¿Qué he aprendido yo?

Que no me cuesta estar mucho tiempo en casa (no sé si eso es muy bueno…)

Que me apasionar cocinar 😉

La importancia del ORDEN y la LIMPIEZA.

No necesitamos tanto, con lo básico se vive muy bien. Soy minimalista.

La necesidad de escuchar e integrar la naturaleza…

La suerte que tenemos. Tener comida, un sistema sanitario…etc…

Agradecimiento hacia cajeros, supermercados, todos los que han hecho que podamos seguir comiendo en casa…etc…

Consumir local…

La vida y la muerte siempre tan cerca…

Creo que aún es pronto para obtener mas aprendizajes. Yo aún no lo he asimilado…

 

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